Galería Fotográfica: Museo Fernando Alonso – Desde que el pasado 25 de junio de 2015 se inaugurara el circuito y museo Fernando Alonso tenía bastantes ganas de que llegaran las vacaciones estivales para poder acercarme a las nuevas instalaciones. Esta semana ha surgido la oportunidad y por supuesto, cámara en mano, o mejor dicho, iPhone en mano, he intentado no perderme detalle de una de las exposiciones más completas del motorsport que nos podemos encontrar en España.

“Lo primero que quiero decir antes de que el lector comience esta entrada, es que no se espere una guía interactiva del museo, ni detalles históricos de los monoplazas, ni anécdotas, ni nada por el estilo. Es un simple paseo, con explicaciones breves y no especialmente descriptivas de lo que el visitante puede encontrarse en el museo. El fin de esta entrada del blog es ni más no menos que integrar una galería fotográfica lo más amplia posible de todo el museo para que los aficionados se hagan una idea del material que se pueden encontrar allí mismo y valore si merece la pena la peregrinación hasta Oviedo para hacer la visita.”

El GPS de mi vehículo personal lleva desde 2013 sin actualizar por lo que no me quedó más remedio que tirar de un clásico como Google Maps pensando que sería muy complicado llegar, pero nada mas lejos de la realidad cuando ya desde la carretera de llegada a Posadas me encontré en diferentes carteles la indicación del Museo.

Las instalaciones sorprenden por las dimensiones, no solo por el amplio parking exterior al museo donde incluso existen plazas para caravanas, sino por el tamaño del edificio principal, la extensión de la zona de circuitos y las modernos boxes para usuarios. Sin duda un aspecto que no dejará indiferente a nadie.

En la planta baja se encuentra la recepción y la tienda de souvenirs, la cual, por privacidad profesional he evitado reproducir en el post, donde nada más llegar me encontré a Jose Luis Alonso, padre de Fernando, al que saludé con simpatía, pero al que no parece que le haga gracia que los asistentes se acerquen a saludar. Seguramente esté ya cansando de estas situaciones prácticamente a diario.

La entrada costó 15€, un precio que depende como se mire puede parecer muy caro o muy barato. Para los fans del motorsport y del piloto podría ser un precio justo, pero teniendo en cuenta que loa afluencia no es precisamente la de un Louvre o un Orsay, hay que reconocer que los gastos de mantenimiento y personal solo del museo tienen que ser elevadísimos.

La colección es amplia y muy interesante, y dependiendo de lo amante de la F1 y de Fernando Alonso que seas la visita se puede hacer en poco menos de una hora o en todo una tarde lo que al final te hará valorar si el precio es alto o caro. A mi me pareció justo, pero mi mujer, amante del arte y los museos, comparándolo con otros “museos” nacionales e internacionales de alto nivel, le pareció literalmente “carísimo“.

La primera sala del museo está formada por la colección de seis Karts, tres de ellos utilizados cuando dio sus primeros pasos en España y otros tres de su periplo por Italia en el campeonato del mundo con Genis, además de encontrar una preciosa colección de monos, guantes, cascos y trofeos que no tienen ningún desperdicio.

La sala contigua pasa a los monoplazas, donde nos encontramos el Formula Coloni con el que triunfo en el Open Nissan y el Lola de F3000 que tantos dolores de cabeza pero que le hizo deslumbrar en Spa en el año 2000.

Rápidamente nos encontramos con los primeros monoplazas de F1, el Minardi PS1 que le permitió estrenarse en la categoría en 2001, en este caso un monoplaza autentico y completo, acompañado del Renault R23 con el que consiguió su primer triunfo en Formula 1 en Hungría 2003 y el Renault R24 de 2004 con el que se consagró en la categoría siendo un habitual de los puntos y los podiums. En las vitrinas como siempre, trofeos, monos y cascos, destacando uno de Jaguar con el que realizo un test a petición de Lauda en 2002.

Sorprende lo pequeña que es la primera parte del museo, dos salas contiguas, pequeñas, estrechas, sin mucho espacio para poder tomar fotos. Los monoplazas y trofeos son interesantes, pero decepciona al primer instante. Por el contrario, al subir a la segunda parte del museo la perspectiva cambia. El espacio es amplio y abierto y por así decirlo da gusto moverse por el espacio.

Esta segunda parte es más rica en monoplazas y digamos que parte en el año 2005. Justamente a la entrada a la izquierda nos encontramos a los Renault R25 y R26 junto con los trofeos de campeón del mundo de 2005 y 2006.

A continuación damos un salto en el tiempo y nos encontramos dos de los años más oscuros de Fernando Alonso en el mundial, 2008 y 2009 con los Renault R28 y R29. De fondo ya podemos intuir como fueron estos años con la cantidad de trofeos en las vitrinas…

El coche más bonito de la exposición no me cabe duda que es el McLaren MP4/22 de 2007. Se encuentra al fondo de la sala a la izquierda, en un lugar donde destaca por su belleza. Visto de cerca y en comparación con el resto, incluso con los Ferrari, resulta un monoplaza precioso se mire por donde se mire. Entre las vitrinas podemos encontrar el primer mono que utilizó Fernando Alonso cuando realizó su primer test con McLaren, a finales de 2006, blanco entero y sin patrocinadores.

La época de Ferrari ocupa prácticamente la mitad de la segunda planta donde nos encontramos los cinco monoplazas que utilizó Fernando Alonso en la escudería. Digamos que el espacio tal vez se quede un poco justo para la presentación de los cinco monoplazas. Da la sensación de estar un tanto amontonados al estar colocados en linea.

La zona central de la sala está ocupada por dos simuladores de juegos de Formula 1, unas pantallas con imagenes de Fernando, el último motor V10 de Renault y una colección de neumáticos Pirelli. Pero sin duda, por encima de todo destaca la colección de cascos donde nos encontramos algunas joyas como los cascos de Robert Kubica o Michael Schumacher o la bandera de salida de Le Mans 2014.

Y como cierre de la exposición, en una pequeña sala a parte en la salida de la segunda planta nos encontramos un monoplaza muy especial, el Mclaren-Honda MP4/4 con el que Ayrton Senna se proclamó campeón del mundo en 1988 y con que Fernando Alonso realizó un filiming day en Febrero de 2015, una pieza de colección que está cedida al museo de forma temporal.

El museo es sin duda una visita obligada para los amantes del motorsport. Realmente merece la pena por que es muy complicado encontrar una colección de estas características, tan completa y tan rica en historia de un piloto de Formula 1.

En la tienda del museo se pueden comprar pocos detalles realmente. Hay una serie de juguetes para niños que no tienen en más mínimo sentido, merchandising de Honda y Ferrari a precios de Formula 1, relojes de la marca que patrocinan a Fernando y material de karting, bastante decepcionante. En mi caso me hice con un triste imán para el frigorífico, el libro de la colección del museo y un pequeño juguete para el niño que nada tiene que ver con la F1 o Fernando Alonso.

Me sorprendió la falta de merchandising propio, ya fuera con la marca FA o con McLaren y Honda, pero nada de nada, ni siquiera las pegatinas con el rayo tan característico de Fernando. Y que no hubiese más merchandising de McLaren personalizado con Fernando Alonso a estas alturas me sorprendió negativamente.

Hay un restaurante en las instalaciones, muy bien ambientado, amplio, con una buena carta para comer y a precios muy buenos. Es un lugar recomendable para hacer una pausa pero por desgracia, las vistas hacia el circuito no son muy buenas al estar muy alejado y estar la pista tapada por los boxes. Aún así un lugar agradable y asequible.

He creado una galería detallada, en orden de la visita y con fotos de absolutamente todos los elementos que componen el museo, por lo que si alguien no va a poder ir pronto aquí tiene la posibilidad de ver una muestra más o menos completa hecha con móvil en mano. Y por último, un extra con alguien camuflado.